Hubo un avance educativo innegable con la generalización del cuaderno y el bolígrafo porque son herramientas educativas sencillas y baratas que permiten el almacenaje y la lectura asíncrona de las producciones de los alumnos y alumnas, con la posibilidad, incluso, de que el profesor pueda proponer mejoras.
Hoy en día todavía conviven sin problemas con usos más tradicionales como el libro de texto y la tiza, y se complementan con estas de manera casi simbiótica.
Desde hace unos años, sin embargo, se ha iniciado otra revolución, de la misma índole, pero mucho más copernicana pues se está produciendo una revisión a fondo de los roles de todos los agentes implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje (alumnos, profesores, metodología, direcciones de los centros, Departamento de educación…). Estoy hablando de la implementación de las NNTT (Nuevas Tecnologías) en la práctica pedagógica y más concretamente de una de sus manifestaciones más poderosa: el blog, que hoy por hoy, es la plataforma más sencilla, espectacular y democrática de publicación de contenidos, experiencias y recursos educativos con la que muchos profesores están ya trabajando en sus aulas.
Sin embargo, es indudable que si queremos que los alumnos usen las TIC de manera efectiva, tenemos que mejorar algunos aspectos:
– Hay que concretar la metodología más efectiva en las diferentes áreas.
– Hay que consensuar las pautas de trabajo en el aula de informática.
– Tenemos que acercar las NNTT a los hogares y fomentar hábitos correctos de uso de las TIC en los alumnos y sus familias.
– Es urgente mejorar las infraestructuras en los centros y asegurar el mantenimiento de los equipos y la Red.
– Hay que animar la autoformación del profesorado.
– Pero, sobre todo, hay que rediseñar las características imprescindibles que tiene que tener un edublog para crear una herramienta multidisciplinar unificada.
Este último punto es el tema que más me preocupa ahora. Ya sabemos cuáles son los contenidos que se necesitan en un edublog (enlaces multimedia – incluso de producción propia-, hipertexto, etiquetas, interacción…) pero antes de su generalización y de que se produzca un colapso nada virtual (alumnos con varios blogs abiertos y manejando varias plataformas distintas a la vez…) hay que reflexionar sobre las posibilidades de la herramienta que tiene una estructura no pensada para uso educativos.
Aunque considero el blog como el mejor y más sencillo gestor de contenidos, hay que reclamar mejoras en su diseño interno para favorecer su visibilidad y su accesibilidad. Así, para que sea realmente eficaz en contextos educativos creo que debiera tener las siguientes características.
– Disponer de un repositorio (almacén con estructura de wiki) de producciones de cursos anteriores.
– Permitir organizar en categorías las diferentes asignaturas.
– Facilitar la gestión de los comentarios, el correo electrónico, un chat…
– Poseer un diseño agradable, atractivo a los jóvenes y fácilmente «tuneable».
– Tener un espacio destacado para enlaces imprescindibles (portales educativos, diccionarios…)
Alguien estará pensando que ya está inventado con Moodle o con las redes sociales tipo Ning, pero creo que tiene que ser un entorno personal , pero diferente al que usan en sus tiempos de ocio; más ligero, al tener menos elementos de dispersión; menos lioso, para acercar a los no iniciados y a los más jóvenes; y de vocación claramente educativa, para que posibilite la creación de itinerarios propios de aprendizaje en red (con alumnos de otros cursos, de otros centros…).
Imagino que dejará de llamarse blog para denominarse «Carpeta Virtual» o «Portafolio Individual»…. No importa porque los que llevamos ya varios años con esta herramienta siempre sabremos que, antes del elegante clasificador de fuelle y tapa dura, hubo un pequeño cuadernillo milimetrado de grapa y hojas de poco gramaje que posibilitó (y facilitó) una revolución ya imparable.
PATXO LANDA. Miembro del colectivo TRES TIZAS